“Un
cuervo se colocó encima de un cadáver, para que los moribundos no se percataran
de como devoraba sus entrañas. Al día siguiente, el cuervo se volvió una
serpiente, se metió en la madriguera del conejo, vestida como uno de los suyos
y se lo comió mientras dormía. Ayer, la serpiente se transformó en lobo, y se
puso un disfraz de oveja, para devorar al rebaño completo. Hoy, el lobo se hizo
águila, se puso escamas de serpiente, y cuando estas no se lo esperaban, las
tomó para dejarlas caer desde lo alto. No se detuvo hasta eliminar a cada una
de ellas. Finalmente, el día de mañana, el águila se convertirá en hombre, y le
prenderá fuego al mundo".
Antonio Arjona Huelgas
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